Bendición Urbi et Orbi
Compartimos como comunidad esta breve reseña de
la Bendición Extraordinaria impartida por el Papa Francisco por el brote de
Coronavirus.
Papa: “La oración es nuestra arma vencedora”
“Al igual que a los discípulos del Evangelio,
nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que
estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo
tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos”. Con estas
palabras, el Papa Francisco ha iniciado su reflexión centrándose en el
Evangelio según San Marcos, capitulo 5, versículo 35.
- Jesús calma la
tempestad
Reflexionando sobre el Evangelio de San
Marcos, el Papa habla de la “tempestad”: “La tempestad desenmascara nuestra
vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con
las que habíamos construido nuestras agendas, proyectos, rutinas y prioridades”.
Para Francisco, la tempestad también nos muestra “cómo habíamos dejado dormido
y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra
comunidad” y pone al descubierto “todas esas tentativas de anestesiar con
aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raíces y evocar
la memoria de nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad necesaria para
hacerle frente a la adversidad”. Pero esta tempestad también nos quita el
“maquillaje” de los estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos
siempre pretenciosos de querer aparentar y deje al descubierto “esa (bendita)
pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia
de hermanos”.
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No hemos escuchado el grito de
nuestro planeta enfermo
El Pontífice también ha elevado
una súplica en estos momentos de prueba: “mientras estamos en mares agitados,
te suplicamos: “Despierta, Señor””. El Papa asegura que hemos avanzado
rápidamente, sintiéndonos fuertes y capaces de todo y codiciosos de ganancias –
dice – “nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa”.
Es en este momento en el que el Papa, dirigiéndose al Señor, asegura que “no
nos hemos detenido ante sus llamadas”, tampoco “nos hemos despertado ante
guerras e injusticias del mundo” ni “hemos escuchado el grito de los pobres y
de nuestro planeta gravemente enfermo”. De hecho, dice, “hemos continuado
imperturbables, pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo”.
·
Sigamos el ejemplo de las personas
ejemplares, corrientemente olvidadas
El Papa también nos pide que
dirijamos nuestra mirada a tantos compañeros de viaje que son ejemplares, pues,
“ante el miedo – dice – han reaccionado dando la propia vida”. El Papa se
refiere a la generosa entrega de personas comunes “corrientemente olvidadas”
que no aparecen “en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes
pasarelas del último show” pero, sin lugar a dudas, “están escribiendo hoy los
acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras,
encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras,
cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes,
religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva
solo”.
Ideas para compartir
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Jesús calma la tempestad. ...
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No hemos escuchado el grito de nuestro planeta enfermo. ...
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En esta Cuaresma resuena la llamada urgente: “Convertíos” ...
·
Sigamos el ejemplo de las personas ejemplares, corrientemente olvidadas.
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La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras.
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