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 Queridas Familias:

Esta es la última entrega de trabajos del año.

Han sido, días que se transformaron en semanas y semanas en meses sin poder estar transitando los patios, galerías y aulas de nuestro querido colegio.

Han sido tiempos de aprendizajes individuales y colectivos, de idas y vueltas. De armarnos y desarmarnos permanentemente.

Tiempo el transcurrido donde vivimos ausencias,  no poder vernos con los más queridos, tiempos de vida nueva, de enfermedad, solidaridad,  miedos y desafíos. 

Angustias, temores… un encierro del que hemos sido protagonistas principales todas las familias. Una vida nueva a la que fuimos amoldándonos en el día a día y que nos ha permitido convivir… VIVIR CON… aquellos que en el fondo son la esencia misma de nuestros desvelos y mayores esfuerzos.

Hemos aprendido a ser “seños” y  “profes”… siendo papás, mamás, abu, tío/a, hermano/a mayor….

Hemos aprendido y seguimos aprendiendo a ser seños y profes los docentes en formas que nos desafiaron y pusieron en desequilibrio en nuestros modelos de escuela y en las herramientas con las que contábamos para poder estar entre los chicos y chicas en este contexto particular.

Todo, todo lo vivido este año, deseamos que podamos como individuos, familias, comunidad poder ponerlo en la mesa del altar familiar en este cierre del año como ofrenda del AMOR, CARIDAD, ESFUERZO, FE, DOLOR, EMPATIA, ANGUSTIA, ESPERANZA… transitados con quienes compartimos el día a día.

En este tiempo de Adviento que se avecina, donde nuestros corazones, nuestras almas y hogares se preparan para recibir el nacimiento del Niño Dios nos permitan estar con nuestros seres queridos, que la NUEVA VIDA, el NUEVO COMIENZO, las nuevas ilusiones y sueños que representa nos colmen de ESPERANZA y PAZ.

Deseamos fervientemente que, en NUESTROS HOGARES, EN CADA UNO se encienda la luz de la esperanza y unidad que se despiertan en todos los corazones de quienes Amamos al Dios que se hizo hombre y habita entre nosotros.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

SE LOS QUIERE, BENDICIONES